Ignacio Quintanilla, gerente de Leche Gaza: “Es muy importante tener en Zamora un distintivo que reuniera bajo una misma cobertura todo nuestro potencial”.
Félix Vicente Pastor, gerente de Quesería Artesanal Vicente Pastor: “El mérito de Zamora10 ha radicado en conseguir aunar criterios para que ‘Zamora enamora’ sea comúnmente aceptada”.
La palabra ‘sinergia’ ha sido tan utilizada que, a menudo, ha dejado de tener sentido y se utiliza con dudoso criterio pero hay ocasiones en las que ese término define el futuro de todo un territorio, al representar lo que mejor que cada uno puede dar de sí para conseguir un resultado mayor que repercuta positivamente en propios y extraños.
Ese vocablo tiene un significado real especial en sectores como la agricultura, la ganadería y toda la industria de la transformación que, en provincias como Zamora, resumen buena parte de la historia del territorio y determinan buena parte de su futuro.
En este contexto, el presidente de Agrovipas Sociedad Cooperativa, Félix Vicente Pastor, charla con el gerente de Leche Gaza, Ignacio Quintanilla, de empresario a empresario.
En esta entrevista, valoran las posibilidades que ofrece el sector, repasan el denodado trabajo realizado por agricultores, ganaderos y transformadores, que se mantuvo contra viento y marea desde el inicio de la pandemia; las importantes inversiones realizadas por Gaza en los últimos tiempos y la fortaleza y esperanza que representa la Marca Zamora.
- (Félix Vicente Pastor). ¿Qué es la leche?
- (Ignacio Quintanilla). Muchas cosas lo son, sobre todo para bien… GAZA es la leche, (Risas), pero, si nos ceñimos al líquido de color generalmente blanco con el que los mamíferos alimentan a sus crías, entramos en el mundo de un alimento básico y fundamental para miles de millones de personas. La historia de la leche es inherente al ser humano, como lo es también la del queso.
- (F. V. P.) Para un quesero, hablar de leche es hablar de la vida misma.
- (I. Q.) Es que la leche y el queso tienen una relación tan intensa como la uva y el vino. La leche y la uva tienen sus propias características, sin más, sin necesidad de transformación alguna pero, una vez se manipulan la leche y la uva con tino, con cuidado, con conocimiento, con experiencia y con profesionalidad, dan lugar a unos productos increíbles, que también alimentan al mundo y que hacen felices a las personas.
- (F. V. P.) ¿En qué ha cambiado Leche Gaza desde 1966, cuando se creó la empresa?
- (I. Q.) La esencia de GAZA permanece intacta desde su fundación en el año 1966, que es producir una leche de la máxima calidad y ayudar al ganadero a poner en valor el producto que nos entrega cada día. En cuanto a GAZA como empresa, el cambio ha sido enorme, no sólo con la nueva fábrica, sino también en la gestión, en el desarrollo comercial y nuevos mercados, nuevos productos, sostenibilidad… Hemos sido una empresa que ha evolucionado a la par que la sociedad zamorana y española pero manteniendo la esencia.
- (F. P V.) Nosotros seguimos un principio idéntico en la Quesería Vicente Pastor. Estamos obsesionados con la calidad desde la recogida de la leche hasta que el queso llega al consumidor.
- (I. Q.) Es que la calidad de la leche la producen las vacas, en las granjas, por eso controlar todas las fases del proceso es la única forma de asegurar el resultado. En GAZA fuimos pioneros en este control implantando una certificación en granja hace más de 10 años. La cadena tiene muchos eslabones y todos tienen que ser igual de fuertes y competitivos. En vuestro caso, además, la apuesta pasó por volver a una tradición de seis generaciones de pastores.
- (F. P V.) Es que es lo que había hecho nuestra familia toda la vida y pensamos que la gente tenía también derecho a comer los mismos quesos que hacíamos para nosotros, con calma, con conocimiento y con mimo.
- (I. Q.) Claro. La precipitación es un concepto que suele valer poco en la vida y, no digamos, en la actividad empresarial. Creo que las decisiones tomadas en las dos empresas, con las cifras en la mano, han dado sus frutos y tenemos motivos para estar razonablemente satisfechos y pensar con justificado optimismo en el futuro, incluso a largo plazo. Aunque la competencia es fuerte, tanto a nivel local como internacional, y no podemos quedarnos dormidos.
- (F. V. P.) ¿Esa puntualización responde a que la consideración de los plazos ha cambiado mucho desde el inicio de la pandemia?
- (I. Q.) Es que todo lo que hemos vivido como sociedad nos ha cambiado. (Frunce el ceño). Quien lo niegue, o no se entera o es que ha tenido la suerte o la desgracia de vivir en el aislamiento más absoluto. Desde que empezó la pandemia, la sociedad tuvo que adaptarse con una rapidez asombrosa a una realidad que nadie supo ver con antelación y ante una incertidumbre a la que jamás nos habíamos enfrentado. Incertidumbre que sigue a día de hoy.
- (F. V. P.) Esas circunstancias cambian al grupo y cambian a la persona, que intenta sobrevivir en las mejores condiciones, sacar adelante a su familia y sus frágiles cuentas, en muchos casos, y adaptarse, sin pensar en un futuro lejano. Empezamos a valorar el día a día de un modo que no habríamos imaginado antes y creo que los sentimientos, las emociones y la empatía ganaron algunos enteros aunque, quizá, hay gente a la que la empatía le duró poco. Eso, en el plano social y personal.
- (I. Q.) Y ¿en el plano empresarial?
- Desde el punto de vista empresarial, hay otros matices que comentar, sin duda. Estoy convencido que, desde la declaración del primer estado de alarma motivado por la pandemia de COVID-19, desde aquel 14 de marzo de 2020, los ojos del mundo miraron de otra forma al agricultor, al ganadero, al transformador, al distribuidor, al comerciante… Me estoy ciñendo a los participantes en la cadena que lleva el producto desde el campo hasta la mesa porque, como es obvio, hay muchísimos trabajos que merecieron la mayor consideración por la profesionalidad, la valentía y la entrega que mostraron. Por supuesto, cualquier persona que trabaja en el ámbito sanitario, incluidas las que mantuvieron funcionando las farmacias, especialmente en el mundo rural, fueron y son fundamentales para nuestras vidas. También lo fueron quienes seguían abriendo las tiendas, los negocios, profesionales autónomos, las personas que trabajan en la banca, muchos representantes públicos de todas las esferas… Creo que nuestra sociedad dio la talla y ahora, más que nunca, somos conscientes de la importancia de consumir productos de kilómetro cero, de cercanía, sostenibles.
- (F. V. P.) Mucha gente pensará que es fácil conseguir superar cada año las cifras del ejercicio anterior.
- (I. Q.) Ya, y no lo es. Por supuesto que no lo es, y más en una época así. Las cifras son importantes, claro está, porque una empresa necesita de forma inexcusable viabilidad, pero no nos obsesionan, en absoluto. En nuestro caso, acabamos de completar una inversión de más de 20 millones de euros para terminar las obras de la nueva fábrica, en Coreses, que ya funcionan a pleno rendimiento, y afrontamos el futuro con la máxima ilusión.
- (F. V. P.) ¿Qué te parece la Marca Zamora?
- (I. Q.) Que ya iba siendo hora de que tuviéramos en nuestra provincia una seña que reuniera bajo una misma cobertura todo nuestro potencial. Confío en que funcione muy bien y que reciba un apoyo creciente, pausado y sostenido, al hilo de que lo viene ocurriendo con la Marca España y con la propia Marca Castilla y León. Lo positivo es que este tipo de marcas van por estratos, de manera que no hay competencia alguna entre ellas, sino que pueden ser complementarias, cuando se hacen bien las cosas.
- (F. V. P.) Cae de cajón lo importante que es contar con una buena marca comercial. Hasta la fecha, ha habido algunos intentos en nuestra provincia, con mayor o menor fortuna, pero no llegaban a cuajar, probablemente, por la falta de unidad, que se detectaba tanto en las instituciones como en la propia sociedad. En este caso, el mérito de Zamora10 ha radicado en insistir con entereza y en conseguir aunar criterios para que ‘Zamora enamora’ sea comúnmente aceptada.
- (I. Q.) ¿Cómo valoras el logo?
- (F. V. P.) Personalmente, me parece que tiene tirón y que está bien justificado, además de venir ratificado por primeras figuras mundiales de la publicidad, como Lluís Bassat. Por supuesto, también hay detractores, como ocurre con todo en la vida. Si no fuese así, si pasara desapercibido, habría fracasado por completo antes de nacer. De todas formas, tengo muy claro que es muy importante, no hay que considerar solo el logotipo en sí ni toda la mercadotecnia que lo rodee, sino también cómo se dote de contenido y cómo se mueva, en función de a quién va dirigido.
- (I. Q.) Unidad, Inversión, defensa del territorio y calidad. ¿Es la receta secreta para el diseño de las políticas que nos permitan envejecer en Zamora con garantías?
- (F. V. P.) Sin lugar a dudas. No es solo para las políticas y las personas que desarrollan las políticas que determinan nuestras vidas. Cualquiera, aunque crea no tener capacidad decisoria en la sociedad, atesora mucho más poder del que parece. El consumidor manda y hay un montón de bienes y servicios en los que puede dejar su dinero, sea mucho o poco.
- (I. Q,) El consumidor puede cambiarlo todo, solo con estar informado y tener espíritu crítico. Creo que cada vez estamos más convencidos de esto, aunque queda camino por recorrer. En Zamora, tenemos todo lo que se puede soñar y solo nos hace falta creérnoslo para salir adelante. Creo que tanto GAZA como QUESOS EL PASTOR son un claro ejemplo de ello.
FROMAGO, por Fernando Fregeneda Chico, Socio Gerente en Quesería la Antigua
El origen del queso es incierto y aún sigue sin saberse con exactitud ni cuándo ni dónde c…